Tipos de poda según el objetivo
Existen diferentes tipos de poda que puedes aplicar según el tipo de planta y el objetivo que tengas. A continuación, te presentamos los más comunes:
1. Poda de formación
Este tipo de poda se realiza en plantas jóvenes para darles una forma estructurada y equilibrada. Es ideal para los primeros años de vida de un árbol o arbusto, ya que ayuda a guiar su crecimiento en la dirección deseada y a desarrollar una base sólida.
La poda de formación debe realizarse en invierno, cuando las plantas están en estado de reposo y sus hojas han caído. Esto reduce el estrés en la planta y minimiza el riesgo de enfermedades.
2. Poda de mantenimiento
La poda de mantenimiento es la más común y se lleva a cabo de manera regular para eliminar ramas secas, dañadas o enfermas, y controlar el crecimiento desordenado. Es una técnica que puede aplicarse a lo largo de todo el año, pero es recomendable evitar los períodos de floración y fructificación.
Lo ideal es podar a finales del invierno o principios de la primavera, justo antes de que comience el crecimiento activo de la planta
3. Poda de rejuvenecimiento
Cuando un árbol o arbusto está envejecido o presenta un crecimiento débil, la poda de rejuvenecimiento es una técnica que busca estimular un nuevo crecimiento. Se eliminan ramas viejas o poco productivas para dar espacio a nuevos brotes.
Este tipo de poda es más intensa y debe realizarse en invierno o principios de primavera, cuando la planta está inactiva.